Caracas, 30 de septiembre de 2016

¿Qué ha pasado después del 1S? Si bien ya estamos en el último día del mes, pareciera que el primero nos sigue pasando factura. La demostración civilizada fue producto de la buena voluntad de mantener el status y no irrumpir con el hilo constitucional. Sin embargo, sigo convencido que hubo algunos que le apostaron a lo peor y, al no ver materializada su perpetua frustración subversiva, insisten en las más cuestionadas vías, expresada por la cochina propaganda que busca alinear el factor que les hace falta para terminar de concretar la receta del golpe.

 No existe golpe sin militares; este es el ingrediente final para el récipe apocalíptico. Lo demás ya está en la olla: los civiles están dispuestos a marchar –ya lo demostraron-, los guarimberos siguen esperando entusiasmados el llamado a la arrechera y la terrible situación económica que continúa debilitando el funcionamiento del Estado. Sin embargo, si bien la receta requiere de todos estos productos, no todos ellos gozan de la misma importancia. Los civiles están para legitimar el golpe, pero los militares son los llamados a darlo. Sino pregúntenle a Rómulo Betancourt quien fue el ente legitimador del golpe militar que se le dio al General Medina.

Entonces, aquellos civiles que quieren participar en el neo trienio del siglo XXI, buscan con desespero a un Mayor Delgado Chalbaud que ayude a concretar el faltante, que para desgracia de ellos –y suerte de nosotros, los pro-republicanos- es lo más importante. Lo que bien saben, es que al que convenzan, no será ni General ni Mayor. La oficialidad castrense se encuentra resteada con el orden interno. Es por ello que se busca seducir a aquellas almas jóvenes, que por su carácter ardiente y explosivo, son más susceptibles a caer ante la tentación de una rebelión armada.

Con esto quiero hacer referencia al polémico video de Primero Justicia, que de primero tienen algo y es su irresponsabilidad como partido político. Pareciera que se cansaron de aparentar ser una alternativa política seria y, en este escenario de extrema polarización en donde el más radical es la mejor opción, buscaron apostarle a la propaganda sucia y manipuladora que pondría orgulloso al mismísimo Goebbles.

Quien esgrima que el video es una expresión constitucionalmente protegida, se queda estancado en el maquillaje y no tiene caso discutirle. Dicho video es una clara provocación, el cual apuesta a la inestabilidad republicana, buscando captar el ingrediente faltante.

Aquellos que portan las armas están conscientes de la compleja situación que se atraviesa, es evidente, pero también gozan de capacidad para saber que la solución no es romper el orden constitucional al cual prestaron juramento. Si los irresponsables en verdad le apostaran al revocatorio -y no a “La Salida”- no estarían buscando reclutar militares en sus filas.

Basta ya de la doble moral que impera en los políticos de ahora. Sean responsables de sus actos y dejen de inmolar a aquellos inocentes que se enlistan en la causa, creyendo en una promesa falsa y luego perecen dándose cuenta que sus líderes nada responden y nada les responderán.

 

Nelson Totesaut Rangel

@NelsonTRangel

ntotesaut@sincuento.com