Caracas, 26 de agosto de 2018
La reconversión monetaria se hizo una necesidad desesperada que no arregla el problema. En manos de los economistas recaerá valorar las implicaciones que conlleven las nuevas medidas económicas. En mi percepción, pareciera que la intención era cambiarlo todo, y a la vez nada. Ya que las medidas anunciadas cayeron como una capa de pintura a la casa, ignorando la previa necesidad de reparar grietas y filtraciones.
Las reacciones que trajeron los anuncios han sido contradictorias. Parece que nadie entendió bien el “pasticho” que se planteó. Ante la ignorancia, denuncias como “paquetazo neo-liberal” o “viernes negro” se han escuchado. No obstante, ya muchos se encargaron de explicar que lo anunciado se encuentra bastante lejos de ser “liberal”, y, más bien, lo que se sigue planteando es una economía centralizada y controlada. Teniendo una gasolina a niveles internacionales; pero con un subsidio directo, y un salario mínimo que se mide con el petro; es decir, con una moneda abstracta cuyo precio lo fija el gobierno. Al final, lo ocurrido es sencillo: un aumento desproporcionado de la gasolina y del salario mínimo y 5 ceros menos a la moneda. Es decir, otra capa de pintura a un edificio que se sigue cayendo.
Ya dijimos que lo más curioso de las medidas es la poca receptividad que han tenido. En esto, poco importó el nivel de educación, puesto que la confusión ha sido generalizada. De hecho, Diosdado Cabello tuvo que “asegurar” que el “pueblo las había entendido” como si se tratara de un gran avance demostrar que la reconfiguración económica fuera recibida, al menos, con cierto sentido. Además, el Ministro de Información, Jorge Rodríguez, se ha esforzado arduamente por instruir a los individuos sobre la situación. No obstante, ni él mismo se escapa del enredo, asegurando, en medio de una de sus explicaciones “didácticas”, que la jornada laboral consta de “800 horas al mes”.
¡ni siquiera los meses más largos contienen 800 horas!
Ese “800” es tan aleatorio como el resto de los anuncios económicos. No se trató de un pequeño error en el vocablo -cosa que a cualquiera le podría suceder- ya que el número fuera leído de sus láminas de presentación. Además, resulta extrañísimo que el mismo no cuadre con nada. La jornada laboral diaria son 8h, la semanal 40h y la mensual 160h. De hecho, ¡ni siquiera los meses más largos contienen 800 horas! Por lo que el número representa o un misterio o un error; de cualquier forma estamos bastante habituados a ambos.
Seguramente de encontrarse vivo el filósofo inglés, JohnMcTaggart, utilizaría al Ministro como prueba fehaciente de sus teorías. El antiguo profesor de Cambridge asegura que el tiempo es algo irreal. De hecho, en su libro titulado The Unreality of Time,dice que es irreal porque cuando lo vamos a describir somos contradictorios. Pues, tan contradictorios como Jorge Rodríguez sin duda. Ya que el tiempo es, para el inglés, algo subjetivo, por lo que nadie quita que la jornada mensual sea, en los ojos de algunos, de 800 horas.
Por otra parte, lo que si quedó bastante claro es que el salario aumentaría de 5 millones a 180 millones; o, en la escala soberana, a 1.800 bolívares. Esto es realmente preocupante. El Estado no puede aumentar el valor del salario mínimo 35 veces con una producción petrolera por el suelo y un país quebrado y endeudado. Entonces, seguir imprimiendo dinero inorgánico será de nuevo la irresponsable solución. Dinero que no tiene ningún tipo de respaldo, por lo que se irá depreciando tan rápido como salga en circulación.
Al final de todo, la apuesta sigue en el petro; el criptoactivo venezolano que pretende rescatar la economía. Pese a ello, ni son dólares, ni son bitcoins, ni es petróleo. Es otro mecanismo controlado por el Estado que no tiene un valor real. Ya el Presidente dijo que 1 petro equivale a 3.600 soberanos o 89,7 dólares. Jugando nuevamente con las cifras, como si el valor del dinero dependiera de decretos presidenciales. Sin darse cuenta de que existen fuerzas que el Estado no puede controlar, por lo que el bolívar valdrá lo que diga el mercado, y el mes seguirá teniendo 160 horas laborales. Ni más, ni menos.
@NelsonTRangel
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