Caracas, 24 de marzo de 2019
La revista Forbes elabora, anualmente, una lista con los 33 destinos más baratos del mundo. “Buena gastronomía, buenos precios y un nivel de vida asequible” escribe La Vanguardia para referirse a esta lista. Ya que, la palabra “barato” por lo general lleva consigo una connotación positiva. Y, si se mezcla con los placeres de las vacaciones, nos encontraremos con una receta ideal para el goce.
Un reciente informe de The Economist ha publicado esta semana que Caracas se había convertido en la ciudad más barata del mundo, esto de acuerdo con la Encuesta Mundial de Costo de Vida 2019. Caracas, que no circula en la lista de Forbes junto a Nápoles, Albufera, Zanzíbar, San Martín, etcétera, como destino codiciado para el turismo, sorprende liderando este nuevo ranking; encontrándose por delante, incluso, de Damasco (Siria), ciudad devastada por la guerra.
Pese a no ver caer las bombas, los venezolanos sabemos que el país vive una economía de guerra desde hace varios años. Con una inflación insólita, una progresiva depreciación de la moneda, un sueldo mínimo de $US5 y una económica virtualmente dolarizada, “barata” Caracas no nos parece. Y si bien, por lo general, un destino económico es tentador hasta para los turistas, el estudio evidencia que hay ciertas excepciones. Ya que las ciudades que lideran la lista son todo menos turísticas, debido a que el motivo de sus precios no se debe a una situación placentera o prospera. Al contrario, las ciudades más baratas tienden a ser las más caóticas y peligrosas del mundo.
Por su parte, una publicación reciente de la BBC nos da ejemplos del porqué Caracas figura en la cabeza, haciendo una comparación de los precios de varios inmuebles en venta. Quienes logren reinventarse y tener un ingreso estable dolarizado, pueden hoy aspirar a inmuebles “lujosos”. De los varios casos citados, muestran cómo una propiedad que solía rodear los $US200.000, hoy en día es adquirible por unos $US50.000. Ya que el metro cuadrado promedio ha caído de $US1.500 a $US500.
Esta noticia sería positiva en ciertas ciudades, sobre todo en aquellas cuyos alquileres se han disparado haciéndolos inaccesibles para los propios locales. Es el caso de Barcelona (España), en donde el espiral de precios (provocado por la demanda internacional: estudiantes, jóvenes en búsqueda de independizarse, o simplemente el gusto por la capital catalana) ha llevado a considerar el “regular” la subida de los precios. Cosa que, según varios expertos, empeoraría el problema. Ya que la oferta disminuiría, pasando a ser la “venta” la opción preferida del mercado.
Solo Venezuela puede llegar al punto de liderar dos rankings completamente opuestos y de manera simultánea.
El problema caraqueño es exactamente lo opuesto. No hay que leer la publicación de la BBC para saber que nuestro caso no se debe a las grandes oleadas que quieren vivir o visitar nuestra capital. Al contrario, el éxodo descontrolado ha llevado a la “liquidación” de inmuebles (los propietarios ofreciéndolos incluso amueblados y equipados) debido a que “se van para no volver”. Esto nos hace estar, por lo tanto, en la peor situación posible. En un país sin guerra, pero que sufre los efectos económicos de la misma. En la ciudad más barata del mundo, pero con una población empobrecida. Frente a una caída de los precios de los inmuebles, pero que se debe a un éxodo brutal, y sin nadie que los pueda comprar.
En contraste, otro estudio hecho por la consultora EAC Internacional (2018), revela que Caracas es la ciudad más cara del mundo. Este estudio evalúa el precio de la gasolina, el café, la cerveza, el cine, la canasta básica, etcétera y lo contrasta con el salario mínimo. Concluyendo que dicho salario alcanza “solamente para comprar una lata de atún”.
Solo Venezuela puede llegar al punto de liderar dos rankings completamente opuestos y de manera simultánea. Y como dos noticias juntas se leen mejor que una, el contraste nos demuestra lo profunda que se ha convertido la brecha social. Para unos, siendo Caracas la ciudad más barata, y para otros la más cara.
@NelsonTRangel
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