Caracas, 9 de junio de 2019
Pese a que para algunos el protocolo podría resultar un fastidio, es una serie de normas necesarias en toda sociedad civilizada. La RAE lo define como: “Conjunto de reglas establecidas por norma o por costumbre para ceremonias y actos oficiales o solemnes”. Y es que si bien el protocolo no es obligatorio para cada situación de la vida humana, a veces debería serlo.
Hugo Chávez fue un experto desconocedor del protocolo. Su crimen no es el desconocer las reglas antes de convertirse en Presidente; sino que, ya siéndolo, optó por ignorarlas completamente. Quedará entonces a manera de anécdota (y esperemos que también como ejemplo de lo que no se debe hacer) sus memorables visitas de Estado en las que el mandatario venezolano sorprendió de manera negativa. Resalta, por ejemplo, su abrazo al Emperador del Japón, como si se tratara de un compadre sabaneteño. Además, durante su primera visita al Reino Unido, se notó su intento por abrazar y besar a la Reina Isabel. Ante esto,Her Majestydio un ligero paso hacia atrás, esperando que su homólogo entendiera el mensaje.
Pero para romper protocolos no hay que crecer en Barinas. Se puede ser de una élite de Nueva York y violentarlos de igual forma. Trump, es un experto en ello. El año pasado durante su visita a Reino Unido, sorprendió a todos con su caminata junto a la Reina. Y es que para la monarquía británica todo está tan bien regido -de hace siglos- que no hay cabida ni para la confusión, ni para un paso en falso. Pues no fue el caso trumpiano, quien caminaba en zigzag al lado de la soberana -en vez de en línea recta- que no sabía cómo indicarle que mantuviera su puesto. Imagínense ustedes a la Reina, siendo la más longeva en el cargo de su país, lidiando con personas que visitan su casa, y no quieren respetar las reglas.
(…) en política es peligroso eso de estar haciendo más enemigos que amigos
Uno pensaría que un error se le puede excusar a quien sea, pero la segunda visita de Trump a Londres -esta semana- no solo se salió de los protocolos, sino que estuvo llena de rudas provocaciones sin sentido. Empezó, incluso, dos días antes de partir, cuando llamó por medio de una entrevista a The Sun, “asquerosa” a la Duquesa de Sussex, Meghan Markle. Luego, tampoco esperó a bajarse del Air Force One para empezar su hostilidad vía twitter: “incompetente, tonto, estúpido y antipático” le dijo a Sadiq Khan, alcalde de la ciudad de Londres. Además, ha demostrado su respaldo claro a Boris Johnson -un Trump inglés- para ocupar el puesto de Primer Ministro. Johnson siendo el principal rival de Theresa May, todavía Primer Ministro de Inglaterra, y anfitrión que lo recibe. Finalmente, ni la Reina se salvó. Si bien ella no fue insultada, sufrió el calvario que es lidiar con un Trump: este último dándole un apretón de manos en vez del beso que se estila en esos casos.
Chávez fue grosero intencionadamente en muchas ocasiones. No obstante, pareciera ser que cada vez que ignoró las normas protocolares lo hacía sin una malicia clara, sino con ignorancia absoluta. No es justificable, pero sí contrastable con un Trump que agrede e insulta tanto a aliados como enemigos. ¿De qué le sirve su hostilidad con Reino Unido?, ¿Con Europa?, ¿De qué sirve hacer tantos enemigos? Se sabe que antes del cargo no era de muchas simpatías, pero, cosa que se le hace fácil: sobre todo cuando anda como un “cowboy” desenfundando el revolver a quien se le pare de frente, y a quien no.
En esto parece ser que se ha convertido la diplomacia estadounidense bajo la administración de Trump: “la política del cowboy”. Llamada así por el Ministro de Relaciones Exteriores de España, Josep Borrell. Tanto aliados como adversarios tienen que estar atentos, Trump es un bully sin cadenas, con protección y a cargo de la primera potencia mundial. Hace lo que quiere, cómo quiere, y ratifica que ni las normas de protocolo piensa respetar. Su foto entrante a la cena de gala en Buckingham junto a la Reina es resumen de esto: con nariz en alto y el pecho salido, Trump desfila con cara de soberbia y queriéndonos decir “aquí quien manda soy yo”.
@NelsonTRangel
nelsontrangel@gmail.com