Caracas, 5 de julio de 2020

Debo confesar que, desde el punto de vista periodístico, el tema del virus puede llegar a ser abrumador. Desde el inicio de la pandemia, he buscado distintos temas que tratar, siempre terminando con el covid19. Incluso, he ampliado mis lecturas de actualidad, en la búsqueda incansable por saber si en el mundo ocurren cosas distintas (o no relacionadas) al coronavirus. Y ahora que China anuncia otra enfermedad con potencial pandémico, cabe cuestionarse si la “nueva normalidad” llegó para quedarse, junto al tapabocas y a la poca interacción social.

Es por ello que al no encontrar noticias que no traten el tema, he tenido que leer los periódicos del pasado. Lo he hecho por dos motivos: primero, como un ejercicio de catarsis, puesto me llama la atención cómo era nuestra vida antes del caos actual. Segundo, como un ejercicio de investigación, en búsqueda de material suficiente para poder escribir algo en prensa que no trate el tema del virus. Esto me ha llevado a una contradicción: leer el pasado para escribir sobre el presente. Y, cuando mi intención es siempre periodística y no histórica, he tenido que distanciarme de los “hechos históricos” para poder escribir -en tiempos de pandemia- un artículo de actualidad.

Para llevar a cabo ese ejercicio cabe mencionar los dos tipos de hechos establecidos por el historiador rumano Alexandru D. Xenopol. El primero refiere a los hechos de repetición; es decir, aquellos que se producen sin mayores diferencias, ni modificaciones. El segundo, los hechos de sucesión, los cuales sufren modificaciones gracias al tiempo, y son generalmente los hechos que les interesan a la historia. Para nuestros fines, me encargo solo de los primeros, los de repetición.

Hice mi tesis

Hace dos años escribía sobre lo que me gustó llamar: “El legado Cifuentes”. Me refería a una cadena de personas que alteraron (sea por plagio, sea por falsificación) sus credenciales académicas con el fin de mejorar sus perfiles curriculares. Así, el escándalo no murió con el caso más célebre de la época, el de la ex alcalde de Madrid, Cristina Cifuentes, sino que fue solo el detonante. Esta explosión que abrazó a figuras como Pablo Casado, Carmen Montón e incluso Pedro Sánchez; de quien saqué la insólita frase “Yo hice mi tesis”, siendo esta su argumento defensivo ante las acusaciones del momento. Todo el escándalo desacreditó la universidad española, o al menos así lo pensaban 3 de 4 encuestados por el diario El País.

Este tema de plagio es universal. Otros países como Alemania (que uno creyera con altísimos estándares de excelencia moral) también se vieron afectados por ellos. Ahora, el más interesante, es el del ex Ministro de Educación de Brasil, Carlos Alberto Decotelli, que tuvo que renunciar a su cargo incluso antes de ser juramentado.

A este sujeto se le podrían premiar sus habilidades de timador, que lo hicieron llegar a un rango tan elevado como una cartera ministerial. Pues no solo no obtuvo su título de Doctor en la Universidad Nacional de Rosario (Argentina), por reprobar la tesis, sino que tampoco hizo el curso postdoctoral en Wuppertal, Alemania. Todos alegatos que daba como ciertos en su hoja de vida. 

Ahora, desde el punto de vista profesional, se vendía también como docente por casi 2 décadas en la Fundación Getulio Vargas, la cual lo desmintió; precisando que fue un “colaborador”. Además, abrió un proceso para verificar si su tesis de máster había también sido adulterada, dejando de citar a autores, lo que representaría un caso de plagio.

El caso de Decotelli es realmente impresionante. Un Ministro de Educación, “Doctor” con estudios postdoctorales y dos décadas de enseñanza se ha convertido, de la noche a la mañana, en un Magíster con tesis sospechosa. Cosa que no lo hacen el primer falsificador de su país, pero sí el más célebre que haya tenido que dimitir. Y es que no se puede pretender guiar el Ministerio de Educación habiendo mentido en toda la formación académica.

Esta es solo una prueba de que el mundo sin el covid no deja de ser interesante, solo debemos esforzarnos más en descubrirlo.

@NelsonTRangel

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