Caracas, 28 de marzo de 2021
Del virus sabemos aún muy poco, pese a tener más de un año hablando sobre el tema. Al respecto, leía las reflexiones de un médico español que recomiendo seguir en Twitter: Alberto García-Salido (@Nopanaden). Más que los aprendizajes, el hilo revela los misterios que aún no hemos podido responder. Es más lo que desconocemos hoy, luego de más de un año de pandemia y el mundo entero enfocada en descifrarla, que lo que realmente creemos saber. ¿Por qué afecta en menor grado a los niños?, ¿cuánto dura la inmunidad?, ¿la eficacia de las vacunas es duradera? Etcétera. Un mar de preguntas que nos hacen recordar que la lucha aún es larga.
Las secuelas del virus son otra gran incógnita. Y el impacto en nuestra salud mental está aún por verse. Sólo en España, seis de cada diez personas afirman tener síntomas de depresión y ansiedad. Lo que conlleva a que cada día se suiciden diez personas en España.
Pero más allá de querer descifrar la vida durante el covid, la vida post covid es otro aspecto que aún no logramos comprender. Se ha determinado que es común que el virus deje secuelas. No sólo en dolores corporales, sino en deficiencias respiratorias y hasta cardíacas. Sin contar una preocupación que podría incidir en los datos españoles: la pérdida del olfato y el gusto.
Esto último, que si bien no es un factor que incide en la mortalidad de manera directa, puede llevar a cuestionar incluso las ganas de vivir. Al menos así lo vimos con el testimonio de Jesús Blanco (publicado por La Vanguardia) quien se alegraba de que la Eutanasia fuese legal en su país, puesto pensó en el suicidio en varias oportunidades, luego de que un cáncer en la garganta le prohibiera volver a comer. Porque la vida se compone de esos placeres diarios.
Cuestionario para una vida post covid-19
En los Estados Unidos se ideó un cuestionario titulado: Instrumental activities of daily living. La intención de esto era analizar si las personas que superan la enfermedad pueden desempeñar tareas cotidianas: compras, usar el teléfono, ver televisión, etcétera. Esta idea, si bien positiva, fue extrapolada de la peor manera en Rho, cerca de Milán (Italia), en donde el ente sanitario le pareció acorde colocar una excepción a ciertas preguntas relacionadas con el hogar.
En las categorías: “gobierno de la casa”, “lavandería” y “preparación de la comida”, se aseguraron de poner entre paréntesis “*solo para las mujeres”. Menos mal, puesto mi indignación como hombre del siglo XVIII no podía permitir que se me preguntara si podía: “organizar, preparar y servir la comida de manera adecuada”, cuando esas labores nunca me correspondieron a mi en primer lugar.
Chiste aparte, justo esa semana se conmemoraba el día de la mujer. Un día que siempre da de que hablar. Si bien es natural que toda lucha (sobre todo cuando se junta con pasiones) devenga en ciertos excesos, son estos los detalles que nos hacen ver que las mujeres aún no logran la paridad.
Nota al pie: Omar Ramos
La segunda ola del virus en Venezuela promete ser más letal que la primera. Las autoridades lo han advertido, puesto que las variantes son más agresivas que el virus original. Muchos conocidos han padecido el virus, incluyéndome. Pero fue la semana pasada cuando el virus cobró una vida familiar. Omar Ramos, extraordinario médico traumatólogo será siempre recordado por su alegría, optimismo y profesionalidad. Mis condolencias a sus más cercanos: su esposa, su madre, su hijo. Paz a su alma.
@NelsonTRangel
nelsontrangel@gmail.com