Caracas, 9 de octubre de 2022

En política las imágenes hablan, y muchas veces transmiten más que los discursos. Este año, un evento en imágenes fue quizá el que más ruido hizo. Ruido por su simbolismo histórico y político. Un evento que se dio hace un trimestre, pero del que todavía vale la pena hablar. Me refiero a la reunión de la OTAN en Madrid, que se sostuvo en medio de las tensiones de la guerra en Ucrania. Más allá de las reuniones en privado, el arte fue el cómplice perfecto del evento público. Los paseos por el Museo del Prado nos regalaron unas postales únicas que recordaremos por mucho tiempo.

Uno de los protagonistas fue Macron, quien nos ha demostrado en incansables oportunidades que es un fenómeno de los símbolos. No sólo en su cuadro oficial, que ya analizamos en el pasado, sino cada vez que hace una aparición pública de importancia. Lleva una agenda y esta vez no fue la excepción. Esperó a que el museo quedara casi vacío para deambular a solas con su esposa. Se pararon frente a un cuadro de Carlos IV, el cual escogieron para ser fotografiados. Recordemos que este monarca español fue quien le cedió la corona a Napoleón Bonaparte. Vaya mensaje.

Otra postal importante fue la de Pedro Sánchez explicándole a Víktor Orbán el cuadro más famoso del museo: Las Meninas de Velázquez. Con la mano de Sánchez de manera afectiva sobre la espalda de Orbán, buscaba suavizar y convencer al europeo más pro ruso de la unión. Hungría, siendo uno de los países más resistentes a las medidas de la Unión Europea que, para poder acordar sanciones, han de decidir por unanimidad. 

A Mario Draghi no le dio tiempo de saborear el museo, puesto una llamada interrumpió su visita y lo hizo regresar rápidamente a casa. Quizá tampoco le hacía falta, pues vivía en Roma una ciudad que puede jactarse de un patrimonio tan basto que no alcanza una vida para conocerlo completo. Sin embargo, su foto, sentado recibiendo la llamada, es quizá la menos simbólica y más realista de todas. No estaba tratando de mandar un mensaje por medio de símbolos como Macron. Fue el preámbulo de su dimisión.

Nota al pie: De los Primeros Cónyuges

Dentro de los roles históricamente concebidos, quizá el de “Primera Dama” fue impensable que cambiara. Pero los tiempos evolucionan y la participación de la mujer en la política la ha llevado a ostentar, incluso, las más altas esferas del poder. Dejando así a sus cónyuges con esos títulos protocolares que pocas funciones reales tienen. Quizá el “Primer Caballero” más célebre fue Joachim Sauer, el discretísimo consorte de Angela Merkel, quien fue Canciller de Alemania por 16 años. A Sauer poco se le vio durante esos años. Al menos poco en la palestra pública. Prefería quedarse en su casa viendo los eventos políticos por televisión, incluso así lo hizo con la investidura de su esposa.

En la monarquía sucede otra peculiaridad: los títulos de los consortes se extienden por cortesía de hombre hacia mujer, pero no al revés. De ejemplo tenemos al Rey Felipe y a la Reina Letizia. Y en contraposición a la Reina Isabel II y al Duque de Edimburgo.

Pero volviendo al tema de las “Primeras Damas”, el papel de las mismas se ha ido cuestionando recientemente. Anualmente esta es una de las noticias cuando se reúnen los líderes del G7. “Floreros”, les dicen algunos. Ya que, mientras sus esposos discuten temas tan sensibles como la guerra, ellas pasean por museos y revisan los vestuarios de los actores de teatro. Banalidades, quizá. Que vienen acompañadas por las revistas de chismes que se dedican a comentar sobre la vestimenta de ellas.

Algunos, quizá muy pocos, claman por el fin de este papel. Se elige a un mandatario, no a toda su familia. Y la Primera Dama maneja una oficina, una agenda y un presupuesto para poder funcionar. Sobre todo en Francia, en donde Macron oficializó las funciones por medio de un estatuto. A las feministas no les gusta esto, pero a ellas al parecer sí. En cualquier caso podrían optar por la actitud de Sauer, que prefirió mantenerse en la sombra. Quizá para no quitarle ni una pizca de protagonismo a su esposa. Lo cual hubiese sido difícil, tratándose de un gigante como Merkel.

@NelsonTRangel

www.netrangel.com

nelsontrangel@gmail.com