Caracas, 6 de noviembre de 2022
La inestabilidad en los ejecutivos italianos es ya una costumbre política del país. El continente, suele sentarse con las palomitas en mano a observar el circo del Parlamento, que se destaca sobre todo por sus saltos de talanquera. Hace poco se formó nuevamente gobierno, poniendo a la conservadora Meloni al frente. Es una mujer, la primera en ocupar el cargo. Lo que marca un hito importante, dándole ambición a todas aquellas que quieran incurrir en la política. Aún falta mucho, lo que lo confirman las fotos de ella, al centro, siendo rodeada de puros hombres. Estos procesos son significativos, y deben darse a través del mérito y sin una agenda que busque disminuir la importancia y magnificar lo superficial. Meloni es un buen ejemplo de ello, incluso asegurando que conservará el título en masculino: “Il Presidente del Consiglio”, dándole la razón al buen uso del idioma, ya que el masculino puede incluir al femenino. Y una cachetada a los que quieren perder su tiempo en artículos y pronombres, desdibujando lo realmente apreciable.
Es así como Italia tiene nuevamente gobierno, el cual esperemos dure el período natural de sus cuatro años. La experiencia indica que no, pero quizá el cambio de foco ayude a la estabilidad. El mismo está situado ahora mismo en Reino Unido, luego de que Liz Truss renunciara tras sólo mes y medio en el cargo. A propósito de ello, The Economist tituló su icónica portada como “Britaly”, haciendo un guiño a la inestabilidad italiana, que parece haber contagiado a los ingleses. El elegido ahora es un perfil interesante, Rishi Sunak, un político de formación cuyos padres son inmigrantes indios.
El caso de Sunak es la belleza de la globalización. Mientras que en Venezuela seguimos cerrados con duras políticas que impiden el desempeño de cargos a personas con doble nacionalidad (pese a ser un país fuertemente influenciado por extranjeros), en Europa vemos a un Sunak de Premier y a un catalán como Manuel Valls como Primer Ministro de Francia y luego candidato al ayuntamiento de Barcelona.
La historia de Sunak (Southampton, 42) es cualquier historia importante de superación. De padre médico y madre farmacéutica, migraron en búsqueda de un futuro mejor. Su hijo estudió en los mejores colegios y universidades, todavía un requisito de facto para detentar los principales cargos políticos del país. Winchester, Oxford y Stanford están en su currículo, sin contar el dinero, que se lo debe en gran parte a su esposa, Akshata Murty, hija del multimillonario fundador de la empresa Infosys.
Se puede decir que el nuevo Ministro tuvo padres extranjeros, pero su perfil parece ser más inglés que el de muchos otros miembros del parlamento. Nombre y facciones quizá sean lo único distinto, una imagen nueva para liderar un país que ha cambiado totalmente de rumbo. Fuera de la Unión, con un monarca nuevo y una economía post pandemia, los retos de Sunak son muchos. La confianza se le deposita por sus cualidades como economista, cartera que ya ha manejado. Pero su mayor reto será el devolverle la certidumbre a un país que parece haberla perdido, y mucho que la está necesitando.
Nota al pie: subjetividad económica
Dicen que el dinero no da la felicidad, pero te deja a dos cuadras. Claro, tendríamos que evaluar qué y cuánto es dinero para algunos. Puesto, al parecer, el tema es muy subjetivo. Al menos así lo es para Patrick Pouyanne, el CEO del gigante francés Total, que se lamenta de su mísero salario de seis millones de euros. No es un chiste, aunque lo parezca. Sobre todo en un contexto de crisis mundial integral. En donde los europeos protestan a diario por una inflación desconocida por ellos y una depreciación de la moneda precipitosa.
Pouyanne no es un político, pero cuando eres la cara de una empresa pública has de tener cuidado con tus comentarios. Sobre todo cuando tus empleados viven en huelga por el mismo motivo. La diferencia es que, en el caso de la mayoría, protestan por poder comer, no por una vida de lujos. El líder del partido comunista francés, Fabien Roussel, hizo sátira de una situación cuanto menos graciosa: “todos hemos llorado un poco por ti, Patrick”.
@NelsonTRangel