Caracas, 8 de enero de 2023

En el mundo de hoy, resulta más fácil disparar y luego preguntar. Así ocurre en el paredón del Twitter, en donde las “noticias” carecen de sustento y la desinformación gana campo frente a lo real. Sobre todo ahora, con el “Twitter azul”, el mecanismo mercantilizado de Elon Musk para otorgar el “verificado” a todo aquel que pueda pagarlo. Es la democratización del dólar.

El siglo XXI, en términos históricos, ha sido un siglo de complejidad. En las pocas décadas que llevamos, no sólo hemos presenciado un avance en la tecnología sin precedentes, que nos hacen sentir en el siglo XXX. Sino eventos que nos remontan al siglo XIV, encontrándonos en el XXI. Me refiero a la abdicación de Benedicto XVI como Papa, en 2013, junto a una pandemia, en 2020. Eventos inéditos que se dieron con la distancia menor a una década.

El Papa emérito, Joseph Ratzinger, falleció la semana pasada. Dejando un legado de contradicciones. Por un lado, es visto como un gran teólogo de la iglesia católica; por el otro como encubridor de casos de abusos. Las teorías conspiranoicas giran en torno a la figura de este Papa inusual, uno que abdicaría y moriría dentro de un proceso judicial. Es así como las hordas del teclado se dieron banquete con el mismo. Pero veamos los hechos.

Primero, se le acusa de formar parte de las juventudes hitlerianas, como cualquier adolescentes de su época que debía ser enlistado contra de su voluntad. Segundo, de haber estado imputado por encubrimiento de abuso sexuales a menores, cosa totalmente falsa. Ratzinger aceptó de manera voluntaria declarar sobre un proceso en donde el acusado era otro sacerdote que, durante los años 70, cometió los terribles improperios. En aquel entonces Ratzinger era arzobispo y, bajo su manto, se encontraba aquella parroquia. Sea cual sea el caso, de él no existen dudas de si cometió o no algún abuso, todo lo contrario. Pese a que esa es la “información” que gira a través de las redes.

Ratzinger fue un brillante teólogo, quizá el más preparado de su época. Su ascenso fue por mérito y su abdicación consistente con sus creencias. Su fama estará opacada por la oscuridad de los casos que rodean su imagen. Contrasta así con un Papa célebre, Juan Pablo II, quien más que un teólogo era un “poeta”, como lo consideraba Ratzinger.

Su reinado se vio también influenciado por los escándalos de corrupción dentro de la curia católica, lo que lo llevó a abdicar; cosa que no sucedía en siete siglos. Fue un Papa de transición, lo que hablaba bien de su no ambición. Le dejó el camino abierto a Francisco y se retiró en oración en el Monasterio Mater Ecclesiae. Bajo perfil, nunca opacó al nuevo Papa.

Dentro de las valoraciones históricas le tocará al futuro juzgar este pontificado. Esperemos que los historiadores de entonces no usen como fuente el sensacionalismo de las redes. Las cueles juzgan sin clemencia en su búsqueda por el click.

Nota al pie: encarrilando al hermano

Hoy en día existe un test para saber si un gobierno está o no en lo correcto, para saber si un Estado es justo respecto a los designios de Dios. Esta prueba es simple, y se trata en el permitir o no un Gay Pride, la manifestación gay. No lo digo yo, lo dijo el Padre Kirill, el patriarca de Moscú y Jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Así, según él, está justificada la guerra, puesto los gay tienen demasiada libertad en Ucrania. Vaya paradoja ya que el país es uno de los menos tolerantes al respecto. El matrimonio entre personas del mismo sexo no sólo está prohibido, sino que la sociedad sigue siendo resistente al afecto público.

Más de 10 desfiles se han hecho en Ucrania, lo que le ha de molestar mucho a Kirill, que lo usa como excusa para justificar la guerra. Y es que el patriarca considera a Ucrania como hermano de Rusia y, si se están desviando, será responsabilidad del hermano mayor encarrilarlos nuevamente. El tema religioso no será el más importante para Putin, pero sí tiene alguna relevancia dentro de la occidentalización que viene sufriendo Ucrania. Esto último, un problema integral que los rusos quieren evitar.

@NelsonTRangel

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